Dónde nació
ahí he de cruzar mi mirada,
en la noche que la oscureció.
en la noche que la oscureció.
Ahí, en su superficie
lo vacio se refleja,
lo olvidado encuentra espacio,
y lo nunca dicho en ecos retumba.
Fijo la mirada
mi respirar se apasigua
mi latido escucho,
Entonces: trance...
Deambula y transita en su reflexion
el pensamiento mío,
esbozando su silueta,
la que no se puede nombrar.
Sin tiempo que le apresure,
Ni espacio que le limite
en su reflejo, he de encontrar...
¡Mi Alma!
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