Madre Selene:
¿cuantas veces te he contemplado en tu horas?
¿Cuantas veces tu presencia me reunió con los que mi corazón adora?
De tragos de luna azul y enjuagues de canela
aparece la incoherente conversación
del deseo más coherente.
incapaz de ser entregado por las personas.
Tu luz clareara la mente de los desvelados,
tu orden gravitatoria acercará
a los que alguna vez se dijeron ultrajados,
Tu espíritu sonámbulo buenas memoras redactará.
El anónimo de tu brazo permitirá la honestidad
de una confianza pocas veces entregada; la propia.
tus estelas dan una mirada de reciprocidad
mientras que mi lunatismo crea fenómenos sin copia
palabras que irán mas haya del diván,
contadas a los que procuran siempre estar...
¡Hay mi madre Selene¡
Tanta memoria, tanto afecto,
Después de mi alma su sollozo
¡Tranquilidad¡
Lucidez y claridad.
permanecerán en mi siempre perenne.
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